Martín Guzmán: «La grieta genera costos económicos»

El ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó hoy que “no va a haber devaluación”, y confirmó que “va a continuar la depreciación del peso ante el dólar por la inflación, como hasta ahora”.

Fue en una entevista que le hicimos con Ernesto Tenembaum esta mañana en Radio Con Vos. El funcionario planteó: “Tenemos las condiciones y los elementos para continuar con la política cambiaria y no hacer una devaluación. Vamos a continuar con el ritmo de depreciación del peso contra el dólar que venimos manteniendo, de la mano de la inflación, mientras buscamos en forma gradual y en la velocidad que se puede ir reduciendo la inflación”.

A continuación, la entrevista completa:

Reynaldo Sietecase: Voy a comenzar con la pregunta que le haría cualquier persona hoy: ¿Cuándo se calma esto? ¿Vamos a poder estar tranquilos?

Martín Guzmán: Para comenzar, hoy tenemos una situación de una brecha cambiaria muy elevada, pero también se da una circunstancia en la cual tenemos superávit comercial, no hay pagos de deuda externa, y a pesar de lo que se dice hay 41.000 millones de reservas, de los cuales la parte que son depósitos encajados serán alrededor de 12.000 millones. Y hay controles de capitales. Esa brecha lo que está generando es una expectativa de devaluación que no se condice con la circunstancia que enfrentamos en el frente externo. Tener superávit comercial, no tener que pagar deudas, tener control de capitales, y tener reservas, es una combinación que a nosotros nos permite continuar con la política cambiaria para el tipo de oficial, que es el que importa de forma directa para los precios y la macroeconomía, que es la misma con la que venimos continuando: que el tipo de cambio oficial vaya de la mano con los precios.

Es decir que, a pesar de que hay una brecha, que generen ansiedades importantes (que nos ocupa fuertemente), tenemos las condiciones y los instrumentos para continuar con la política cambiaria que venimos llevando adelante y no hacer una devaluación.

RS: Hoy hay un título en Clarín qué dice: «Va a haber devaluación, o lo hace Martín Guzmán, o hace otro ministro»

MG: No.

RS: ¿No va a haber devaluación?

MG: No. Vamos a continuar con el ritmo de depreciación del peso contra el dólar que venimos manteniendo yendo de la mano con la inflación, en un proceso en el cual además se busca, de forma persistente, de forma gradual, y a la velocidad que se puede, ir reduciendo la inflación.

Ernesto Tenembaum: Vos decías recién que hay elementos que hacen que podamos convivir con este tipo de cambio, a lo cual uno podría agregar inclusive cosas como la depreciación en dólares del salario argentino (lo cual hace que la economía sea competitiva a nivel mundial), no hay elementos que en otro momento podría decirse. Ahora en el mismo momento, en el último mes, la brecha se amplió brutalmente (ya era amplia) y la evaluación de los dólares paralelos, blue, clandestinos, fue casi de un 50 por ciento en el último mes. ¿Por qué pasa eso? ¿Por qué la gente sale a comprar dólares? ¿O las empresas salen a comprar dólares al valor que sea?

MG: Bueno, primero lo que tenemos son valores para los tipos de cambio paralelos que están muy lejos de representar la capacidad de nuestro país para generar ingresos en dólares. Argentina no es un país de ingresos bajos, es un país de ingresos medios. Puede que no sea un país de 17 mil dólares per cápita, pero tampoco es un país de 4 mil dólares per cápita o menos, que es lo que sería si pensásemos que el tipo de cambio que corresponde es el tipo de cambio paralelo.

Obviamente aquí hay problemas fundamentales de la economía, pero también hay una amplificación de las expectativas que van más allá de los problemas que tiene la economía. En cuanto a los problemas de la economía, está claro que hay un problema fuerte de déficit fiscal, pero que tiene que ver con una situación absolutamente extraordinaria y sin precedentes que es la pandemia, que generó una fuerte necesidad de aumento de gasto, y al mismo tiempo la caída de la actividad económica hizo que caiga la recaudación, y aumentó el déficit, y en un contexto en el que no teníamos acceso al crédito (porque se había perdido en los años anteriores), hubo que recurrir a la emisión monetaria. Es un desequilibrio que buscamos ir resolviendo, pero estamos haciendo lo que consideramos mejor en estas circunstancias. No emitir implica no poder financiar gastos que son esenciales para cuidar el trabajo, para cuidar a la producción, para curar a la gente. Por otra parte lo que ha habido es cierto desanclaje de las expectativas, y eso explica la brecha tan alta. Pero pensemos esto: esos mercados de los cuales hablamos, son mercados muy pequeños, mercados que no tienen de forma directa una relevancia macroeconómica. En el mercado de contado con liquidación se operan volúmenes de 30 millones de dólares por día. Tenemos un mercado tan pequeño, que con muy poco volumen de operaciones, ese precio se dispara, y genera una brecha muy grande, y esa brecha termina alimentando expectativas que generan mucha ansiedad. Pero insisto, no es un mercado que importe desde la macroeconomía de forma directa. Importa porque la brecha es alta y afecta las expectativas, pero nosotros tenemos con qué seguir la política cambiaria para el tipo de cambio oficial que venimos siguiendo y que es lo que realmente importa para la macroeconomía.

RS: ¿Y eso no impacta en los precios?

MG: Las expectativas de devaluación indirectamente afectan a la economía, por supuesto, y por eso la brecha nos ocupa. Y por eso apuntamos a estabilizar primero la brecha, y después ir bajándola. En un contexto de expectativas desancladas, estabilizar no es algo que se pueda lograr de un día para el otro, pero sí que nos ocupa. Cuando miramos los datos de lo que ha venido pasando en estos últimos 10 meses, el índice de precios no se ha movido con el dólar CCL, no se ha movido con el dólar blue, ha ido de la mano con el oficial.

ET: Entonces, ¿cuál es la gravedad del problema? Porque da la impresión de que hay una especie de corrida contra el peso este momento. Hay un proceso de desconfianza que se fue acelerando mes a mes desde que empezó la pandemia, y que se disparó después de las medidas que tomó el Banco Central el 15 de septiembre.

MG: Bueno, ¿qué es lo que ha pasado? Separemos el blue del CCL. En el mercado del dólar blue, hay fuerzas de mercado que hoy no están presentes en el contexto de una pandemia, tan sencillo como eso (por ejemplo los turistas). Y con las medidas del 15 septiembre, lo que deja de pasar es que la gente que compraba dólar ahorro, e iba a vender blue, una parte de eso ya no está. Pero tomamos esas medidas para cuidar el frente de las reservas internacionales, para poder manejar el dólar oficial, que es el que más importa, de la forma en que queremos hacerlo para darle el rumbo que queremos darle a la economía.

En el otro mercado la situación es distinta. En el mercado contado con liquidación, es un mercado básicamente financiero, de transacciones financieras, es cambiar títulos públicos en una moneda por títulos públicos en otra moneda, para cambiar pesos por dólares, o dólares por pesos. Lo que venía pasando ahí es que en los últimos 4 años que precedieron a nuestro gobierno hubo un proceso de entrada de capitales especulativos, que buscaban retornos de corto plazo alto, que entraban a por ejemplo las Lebacs (en 2016), se metieron en posiciones de pesos, y después no creyeron más en el peso, y quisieron salir (en 2018 y 2019), pero hubo una parte que quedó atrapada en el mercado oficial, quedó atrapada por los controles de capitales. Y buscan salir, y eso ha ido goteando por el mercado de contado con liquidación. En el contexto en el cual las expectativas se desanclan, y empiezan a pensar que no van a poder salir, empieza a apurarse la salida. Y a eso se le suman también actores argentinos.

Ahora, veamos la esencia de eso, son capitales que nunca tuvieron interés en la economía real argentina. No podemos afirmar cuántos son, porque sería imprudente. Es un número muy subjetivo, y depende de las percepciones del que tiene que tomar la decisión de salir.

ET: ¿Para ese tipo de situación están ideando un bono en dólares para contraer deuda, pero manteniendo los dólares actuales en lugar de que se vayan ahora?

MG: Ese es uno de los pasos que ya teníamos pensado desde hace tiempo. Estábamos esperando a cerrar la deuda, a enviar el proyecto de ley de presupuesto, que es hacer una subasta de bonos en dólares, a la que se pueden integrar con bonos en pesos, es un mecanismo de mercado, al mejor postor. ‘¿Querés cambiarte de posición de pesos a dólares? Bueno, subastá’, y de esa forma ir limpiando parte de las presiones que generan una elevación de la brecha.

RS: Hoy varios diarios especulan con que el presidente le dio dos semanas para poner esto en caja. ¿Es cierto?

MG: No voy a meterme en las especulaciones. Aquí el Presidente siempre marca la línea. Trabajamos de una forma totalmente avocada a estabilizar la economía, y buscamos dar todos los pasos para estabilizarla. Día a día, hora a hora, se trabaja con el objetivo de estabilizar la economía argentina, y ponerla en el sendero de la recuperación.

De hecho, hoy en día se da esta situación peculiar en la cual hay un frente financiero con las características que describí antes, que no tiene que ver con la economía real, y que muestra una fuerte inestabilidad; pero al mismo tiempo la economía real está mostrando signos de recuperación. Lo que hoy tenemos es una dinámica de recuperación heterogénea, y tenue (por ahora), en la cual los sectores que requieren de mayor acercamiento social todavía siguen cayendo, pero los sectores que requieren de menos acercamiento social ya están creciendo. En promedio la economía está creciendo de forma moderada. Obviamente que en este sub proceso en un contexto pandemia y de incertidumbre pueda haber altas y bajas, pero la situación es muy distinta de lo que se presentaba en los meses de abril y mayo.

Guzmán Sietecase y Tenembaum en Radio Con Vos

RS: ¿Cuánto afectan a la economía los ruidos de la política? Temas como lo de los Etchevehere, lo de Vicentín, que enseguida es tomado por un sector de la economía (y también por los medios) cómo algo poco serio.

MG: La grieta tiene un costo económico. Una sociedad fracturada es una sociedad a la cual le cuesta mucho tener una economía tranquila. Eso importa y mucho, por supuesto que importa. Estabilizarnos, ponernos en el sendero de una recuperación que se sostenga en un ambiente de tranquilidad económica es una tarea colectiva. Porque acá estamos todos en lo mismo, o sea que si queremos realmente ir para el lado que le hace bien a Argentina, es necesario ir teniendo más calma en el proceso de construcción colectiva. Y por eso es fundamental que haya ciertas políticas que sean políticas de estado, por ejemplo lo de la deuda, la sostenibilidad fiscal, tener las cuentas fiscales en orden tiene que ser una política estado, y así va a ser de hecho. La educación, la salud, la ciencia. En cuanto a nuestro gobierno, lo que tenemos es una coalición que está aunada con un objetivo concreto que es primero administrar y conducir una situación sin precedentes que la pandemia, que en el contexto de crisis macroeconómica que argentina ya estaba viviendo eleva el nivel de desafió a otro nivel que el de otros países.

Nosotros no generamos ningún negocio con la grieta. Si hay algo que el Presidente de la Nación no quiere es la grieta. Él tiene la visión muy clara, muy definida, que es la que les estoy compartiendo: la grieta cuesta. Ponernos de acuerdo en temas fundamentales para la estabilidad y el desarrollo es una tarea colectiva. Esa es la visión del Presidente.

Anteayer junto al sector de la construcción, junto a la cámara argentina de la construcción, y junto a la UOCRA anunciamos el envío de dos proyectos de ley al Congreso de la Nación para fomentar el desarrollo del sector. Esto se hizo de forma articulada con el sector, y también fue muy bien recibido. Venimos trabajando con el Congreso y con el Consejo Agroindustrial en un proyecto de ley partiendo de principios muy claros que son: la estabilidad fiscal, y la sostenibilidad fiscal. Trabajamos en un proyecto de ley para fomentar el desarrollo del sector forma articulada con el sector, el proceso importa. Eso es lo que venimos haciendo y lo que vamos a continuar haciendo.

RS: ¿Hay plan económico? Porque la oposición todo el tiempo enfatiza en la falta de un plan económico del gobierno.

MG: Esto es una cuestión semántica, todo se planea, todo se programa. En un momento el Presidente habló de esto, pensando en que lo que se llama Plan en argentina es algo muy rígido, que requiere proyecciones a 5 años, en un contexto de inestabilidad donde a la Argentina le ha costado encontrar el rumbo por décadas. O la otra cosa que suele llamarse plan, no son planes, son definiciones de régimen cambiario, Plan de Convertibilidad, Plan Primavera, Plan Austral, esos no son planes económicos. Nosotros planeamos todo. Y hoy lo que estamos haciendo en este momento es administrar la pandemia sobre la base de principios de cómo manejamos la pandemia, y hacia el 2021 definiendo los pilares del plan. Ya enviamos el proyecto de ley de presupuesto, que es el pilar del programa económico. Para el año 2021 tenemos un programa fiscal financiero que viene acompañado de un programa monetario que tiene que ser consistente con eso. Además en el contexto del programa con el Fondo vamos a anunciar un Programa Fiscal Plurianual de 3 años. Y no sólo lo vamos a anunciar sino que lo vamos a enviar al Congreso, que es algo que nunca se hizo, nunca se envió al Congreso de la Nación un programa con el Fondo Monetario Internacional. En el proyecto no se trata a la sostenibilidad fiscal como una política de gobierno, sino como una política de estado, y eso es lo que Argentina necesita.

MT: El Plan Gas implica una cantidad subsidios que triplica los subsidios previstos en el presupuesto, ¿esto complica el equilibrio fiscal?

MG: El Plan Gas estaba contemplado, sólo que no se lo puso en la parte de subsidios. Y de hecho, una de las cosas que se está enmendando en el Congreso es definir esa partida, pero el Plan Gas es una inversión pública, es una inversión que nos permite tener más competitividad. O sea que eso estaba contemplado, y no afecta en nada el presupuesto.

ET: ¿No se equivoca el gobierno en la discusión sobre medidas cambiarias? ¿No está incurriendo a veces en una mala praxis que incrementa el problema económico?

MG: Aquí hay que separar dos cuestiones, por un lado lo que vemos es un gabinete económico trabajando de forma muy coordinada, que se reúne todo el tiempo, completamente comprometido con el objetivo de estabilizar la Argentina. Lo que vos planteás Ernesto, lo del dólar ahorro, lo que se dijo es que no se iba a prohibir, después se interpreta de la manera que se interpreta, y no se prohibió, se encareció, se dificultó.

El segundo punto tiene que ver con una medida que se tomó y que después se revirtió. Y bueno, no funcionó. Cuando algo no funciona ¿Qué vamos a hacer? ¿Nos vamos a apegar dogmáticamente a algo que no funciona? No, hay que cambiarlo.

Yo lo que creo es en el valor del diálogo y la reflexión. En conjunto llegamos a un esquema. Hubo una parte que nos dimos cuenta (también en conjunto), que lo que generó fue más ansiedad, una suerte de efecto Puerta 12, donde lo que pasaba era que una regulación llamaba a otra regulación, y se apuraron a salir, y entonces tuvimos mayor inestabilidad financiera, al mismo tiempo que la economía real mostraba signos de recuperación. Y eso generó lo que vemos hoy, que es que a pesar de que estamos mucho más fuertes de lo que se dice en el frente externo (con deuda reestructurada, con superávit comercial, y además con los controles de cambio que nos dan otra posibilidad de manejo del frente cambiario), a pesar de eso hay expectativas de devaluación, que nosotros no vamos a validar.

RS: ¿Cómo es su relación con Cristina Kirchner?

MG: Ha habido un trabajo que tiene mucho valor en el Senado de la Nación, que ha acompañado cada bloque de medias económicas o políticas económicas. El ejemplo claro es la reestructuración de la deuda. La vicepresidenta ha estado presente tanto en el anuncio de la oferta, como en la finalización del proceso, y es algo que valoro mucho. Valoro su inteligencia, su compromiso y su fuerza.

RS: ¿Habla con ella?

MG: Si he hablado, y en ese sentido, como digo, hay un frente aunado con el compromiso fuerte de administrar una situación de pandemia sin precedentes, y dar cada paso para ir estabilizando Argentina.

RS: ¿No le preocupa que la agenda se vaya por el lado de la reforma judicial y eso pueda generar algún ruido?

MG: No me voy a poner a hablar de temas que escapan a la economía, pero lo que te digo como ministro de economía es que así como yo hago mi tarea, me parece importante que cada ministerio pueda hacer la suya.

RS: El kirchnerismo estuvo 12 años con mayoría en el congreso y no impulsó una reforma impositiva, ¿se viene una reforma impositiva en Argentina?

MG: Reforma es una palabra grande, lo que está claro es que hacen falta medidas tributarias para ordenar esto. Hemos dicho que estamos trabajando en esto, y se hará en el tiempo que se considere oportuno. La agenda económica se adecua a lo que son los tiempos de la realidad económica. Pero si, efectivamente nuestro gobierno va a impulsar una ley que contenga medidas tributarias que busquen garantizar la sostenibilidad fiscal, darle más simplicidad al sistema impositivo, hacerlo más progresivo, y dar más incentivos al trabajo y a la producción.

RS: ¿Le preocupan los empresarios que abandonan el país por la presión impositiva?

MG: Me parece una generalización. Nosotros trabajamos para un ambiente pujante, para que el sector privado tenga las mejores condiciones para desarrollarse. Trabajamos de la mano del sector privado.

ET: ¿Va a haber blanqueo para quienes inviertan en la construcción?

MG: Se envió el pasado miércoles un proyecto de ley al Congreso de la Nacían en el que uno de los artículos permite registrar aquello que no está registrado, tanto en pesos como en dólares. Es muy importante porque el sector de la construcción va a ser central para la recuperación económica. Esto es sólo para la construcción de nuevas viviendas.

ET: ¿Se arrepiente de haber vuelto al país?

MG: No, absolutamente no. Primero que a nivel personal no hay lugar que disfrute más en el mundo que Argentina. Así fue siempre, en los 12 años que viví en Estados Unidos. El otro día hablaba con una amiga y le decía que cada vez que llegaba era con una sensación tan linda, y el momento de ir al aeropuerto era totalmente distinto. Y ahora estamos aquí, tratando de ayudar lo máximo posible a ordenar la economía argentina, y este es un ambiente que llama a la responsabilidad, que llama a que demos todo lo que podamos para ponernos de acuerdo en temas centrales, y poder avanzar en un sendero que sea virtuoso.

Por último quiero agregar que más allá de la situación compleja que hoy se vive, tenemos instrumentos para manejar algo que es central en Argentina, que es la política cambiaria, que le da una referencia de precios a quien decide vender, que le da la certidumbre a quien decide vender que va a vender el precio correcto. Y que haya claridad de que en esto vamos a estar absolutamente firmes en lo que venimos haciendo, y que lo financiero no contagia lo real, cuando hoy la situación en el frente real, más allá de ser compleja, es distinta de lo que se ha dado en otros episodios de devaluación en la historio argentina. Vamos a seguir firmes en esto, y vamos a avanzar en el rumbo de poner a la economía argentina de pie. Muchas gracias.

Aquí puede escucharse el audio completo, por gentileza de Radio Con Vos: