La fábrica de chocolates que lucha contra el trabajo infantil y la mano de obra ilegal

La marca de chocolate Tony’s Chocolonely inventó un nuevo candado legal para proteger su misión y valores para siempre.

Hasta la empresa más virtuosa puede ver sus valores fundamentales eclipsados a medida que el tiempo pasa, cuando aumenta su capital o cambia de manos. Para evitar que eso le ocurra a Tony’s Chocolonely, la marca de chocolate acaba de presentar su nueva estructura jurídica: Tony’s Mission Lock.

La nueva estructura jurídica pretende institucionalizar el objetivo de la empresa de eliminar el trabajo infantil y la mano de obra ilegal de la industria chocolatera, garantizando la continuidad de la misión independientemente de los posibles cambios en la junta directiva.

El Mission Lock funciona otorgando una «acción de oro» a los Mission Guardians independientes. Esta acción simbólica permite a los guardianes proteger las cláusulas relacionadas con la misión de la empresa frente a modificaciones sin su aprobación. Además, los Mission Guardians, seleccionados por su experiencia, pueden ejercer otras formas de intervención si perciben una desviación del propósito de la empresa o de sus principios de abastecimiento.

Si los guardianes están preocupados, pueden iniciar investigaciones, sugerir correcciones y, en caso necesario, solicitar una investigación legal. También tienen derecho a compartir sus puntos de vista en dos páginas del informe FAIR anual de Tony y a hacer públicos los problemas graves en los periódicos nacionales de los principales mercados de Tony. La marca pasó 18 meses definiendo su nueva estructura jurídica. Tony’s ofrecerá pronto a otras empresas asistencia en este proceso, y publicará una guía detallada y totalmente abierta sobre los pasos que ha dado.

En septiembre de 2022, la firma Patagonia anunció que convertiría a la Tierra en su único accionista, con todas las acciones con derecho a voto en manos del Patagonia Purpose Trust, para «ayudar a garantizar que nunca haya desviación de la intención del fundador y facilitar lo que la empresa sigue haciendo mejor: demostrar como empresa con ánimo de lucro que el capitalismo puede funcionar para el planeta.»

Al igual que el movimiento pionero de Patagonia, Tony’s Mission Lock constituye un sólido mecanismo para perpetuar la persecución del propósito de la empresa. Al demostrar cómo proteger y mantener los valores fundamentales a largo plazo, ambas marcas ofrecen un modelo para otras empresas impulsadas por una misión. También podrían inspirar a empresas puramente lucrativas a consagrar objetivos climáticos y otros objetivos críticos.

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