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Paraguay: en medio del escándalo por su paternidad, Lugo pidió perdón y aseguró que no renunciará

Ante la prensa, el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, se escudó en el derecho a la privacidad para aclarar si es realmente el padre de los hijos que se le atribuyen. Sin embargo, pidió perdón, dijo ser una persona “imperfecta” y aseguró que no renunciará al cargo.

Lugo quedó políticamente debilitado a partir de reconocer la paternidad de un niño que nació hace dos años, cuando aún era obispo de la iglesia católica. Desde entonces, otras dos mujeres presentaron recursos ante la Justicia paraguaya asegurando tener hijos en común con el presidente y hay rumores de otros dos casos más.

Frente a los medios de prensa, Lugo dijo ayer: “Soy una persona humana imperfecta, fruto de procesos históricos y cultura, asumiré con todas las responsabilidades presentes y futuras de aquellas situaciones que me conciernen”. Y completó: “Si alguien de la comunidad se ha sentido molesto o agraviado por esta situación a mí no me cuesta pedir perdón cuando reconozco que he faltado a la Iglesia, al país, a los ciudadanos, a los que han depositado la confianza en mí».

El escándalo generado en los medios – con no pocas muestras de morbo y burla – rápidamente se trasladó al ámbito político minando seriamente el apoyo partidario al presidente. Es por eso que crece en el seno del Partido Liberal, el mayoritario de la oficialista Alianza Democrática, la idea de pedirle la renuncia o que, al menos, admita alguna salida institucional para cederle el poder efectivo a su vicepresidente, Federico Franco.

«Los que tejen sus telarañas y sus intrigas bajo la mesa pueden esperar sentados – dijo ayer el presidente dirigiéndose elípticamente a quienes quieren su renuncia. Franco había dicho el jueves que ya estaba «preparado para gobernar».