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El campo se mostró satisfecho pero exige diferenciar entre pequeños y grandes productores

La derogación de la resolución 125 que había instaurado el esquema de retenciones móviles fue bien recibido hacia el interior de las entidades agropecuarias. Sin embargo, los ruralistas aseguraron que el conflicto aún no se acaba.

Las reacciones de los dirigentes rurales ante la noticia fueron variadas y con entusiasmos distintos. Así, mientras Luciano Miguenz, presidente de Sociedad Rural, dijo estar «muy contento» por lo que consideró como «el fin del conflicto», el titular de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, recibió el anuncio como «una buena noticia» pero se mostró «insatisfecho, porque de esta manera se mantiene la concentración productiva contra la que luchamos en los últimos años».

Por su parte, Fernando Gioino, titular de Coninagro, manifestó «satisfacción con la decisión que se tomó» pero advirtió que ahora «hay que sentarse a trabajar, ya que hay muchos temas que resolver”. Nombró, entre otros, el caso de las economías regionales, la problemática de los pequeños y medianos productores, la lechería, la ganadería y el sector de frutas y hortalizas. En tanto, durante toda la tarde de ayer, el presidente de CRA, Mario Llambías, se encargó de aunar posiciones y a última hora anunció que la semana que viene la mesa de enlace sacaría un comunicado en conjunto.

Más allá que el sector rural lograra finalmente uno de sus principales objetivos – que se derogue la resolución 125 – dos aspectos son lo que se ponen principalmente en cuestión a partir de ahora: por un lado, la diferenciación entre pequeños y grandes productores, enarbolada por la Federación Agraria para distinguir a quienes producen menos de 1500 toneladas de los grandes pooles de siembra; y por el otro, la necesidad de avanzar sobre un plan agrícola-ganadero global y sustentable.